Humedad. Uno de los mayores enemigos de nuestras estructuras, ese enemigo invisible y silencioso que hace su aparición en forma de filtraciones, goteras, manchas y el problema se puede convertir en un dolor de cabeza si no se actúa con rapidez pues la humedad no para y sigue avanzando comprometiendo toda la estructura.
La impermeabilización es uno de los elementos constructivos absolutamente fundamental, irremplazable e inevitable en toda obra nueva. Esto evitará que la humedad de cimientos, paredes, terrazas, solados, pase a otras partes de la construcción.
Los productos y técnicas utilizados, dependerán del tipo de estructura a tratar. Por ejemplo, en el caso de techos, tenemos los planos transitables o no, con pendientes, techos de tejas y de chapa. También cada material tiene su tratamiento particular. Para esto hoy existen muchas variedades y sistemas de impermeabilización. Cada día más la industria perfecciona sus productos y surgen nuevas tecnologías.
A la hora de encarar una obra nueva, es importante que nos asesoremos al respecto y atendamos la recomendación del constructor.
Si se trata de una obra existente, es fundamental el asesoramiento de un experto que realice una inspección para devolvernos un diagnóstico acabado del problema. De lo contrario, haremos arreglos sugeridos y en la mayoría de los casos, sin óptimos resultados lo cual nos insumirá más gastos a futuro. Seguramente el asesor, nos devolverá una o más soluciones al problema, incluso el arreglo pueda admitir etapas de realización.
La duración de la impermeabilización, dependerá de la calidad y tipo de sistema utilizado, la colocación correcta, el uso apropiado de la zona impermeabilizada y a su mantenimiento.
Con respecto a este último punto, es muy importante solicitar una inspección anual sobre todo de las cubiertas, estas son las más expuestas a cambios de temperaturas que producen dilataciones y contracciones en las carpetas y se pueden generar fisuras, roturas en las membranas, etc.
En los techos de tejas la aislación hidrófuga está más protegida, pero el mortero de unión de las tejas de la cumbrera puede presentar fisuras por el trabajo de dilatación, o existir alguna teja rota o faltante total de la misma.
Los mantenimientos preventivos y su respectiva corrección son importantísimos para evitar los sobre costos económicos cuando aparecen las filtraciones, goteras y humedades.
La correcta impermeabilización asegura la salud del edificio y también de sus usuarios.